Marvel Comics entre los años 1957 hasta 1968 fue una de las empresas con escasa organización interna. El guionista principal, editor literario y artístico lo hacia Stan Lee, mientras que el dibujante Sol Brodsky se ocupaba de los aspectos mas técnicos, redacción de contratos, control de fechas de entrega y los contactos con la imprenta. Sin embargo, el duro trabajo de Stan Lee y la mejora de las ventas hizo que contratara nuevos guionistas.
Perfect Film y Chemical Corporation ya tenían los ojos encima en el éxito de Marvel, quienes en 1968 terminan comprando la compañía a Martin Goodman, aunque se mantuvo como presidente hasta 1972. El plan de los nuevos dueños tenían el interés de convertirlo en la editorial mas grande de comics estadounidense, invirtiendo en una nueva distribuidora, aumentando la plantilla y el numero de títulos publicados; se propuso el genero de terror, el humor adolescente, para contrarrestar el derrumbamiento de los superheroes y a su vez acabar con las pequeñas y medianas editoriales, que era su principal objetivo. La crisis del petroleo y la aparición de otras aficiones entre los mas jóvenes fue la principal amenaza para las ventas de la industria del Comic.
La editorial tenia un gran crecimiento pero los ejecutivos fueron muy exigentes y comenzaron a aumentar el equipo editorial como a mejorar la remuneración de escritores y artistas. Esto produjo que algunos redactores tomaran la decisión de abandonar el puesto a lo largo de seis años por el excesivo trabajo y presión de los ejecutivos. Ademas, Stan lee abandono los guiones en favor de un puesto mas ejecutivo, mientras que Jack Kirby el dibujante salto a DC Comics, aunque volvería entre los años 1976 y 1978; otros autores abandonaron Marvel e incluso los comics, convencidos de que el medio iva a colapsarse debido a la crisis económica y las pocas ventas.
Con la llegada de Jim Galtona a la editorial como presidente de Marvel y el nombramiento de Jim Shooter al puesto de redactor jefe a mediados de 1978, mejorando la situación, racionalizando las publicaciones y la promesa de un cambio radical en las relaciones entre los autores y la empresa.
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