Johann Shmidt nació el hijo de un aldeano alemán abusivo, borracho llamado Hermann Shmidt y su santa, esposa de largo sufrimiento Martha, que durante años padecido abusos y palizas de su marido. Martha murió al dar a luz a Juan, su único hijo. Conducido a la locura por la muerte de la mujer a la que tanto amaba y odiaba, Hermann Shmidt trató de ahogar al bebé recién nacido, acusándolo de asesinato de Martha. El médico que acababa entregado el bebé salvó Johann de su padre, ya la mañana siguiente Hermann Shmidt suicidó. El médico tomó Johann a un orfanato, donde el niño llevó una existencia solitaria. Johann se escapó del orfanato cuando tenía siete años de edad y vivía en las calles como un mendigo y un ladrón. A medida que crecía, trabajó en diversos puestos de trabajo de baja categoría, pero pasó la mayor parte de su tiempo en la cárcel por delitos que van desde la vagancia al robo.
En su adolescencia, durante el ascenso del Tercer Reich, Shmidt consiguió su trabajo más próspera, un botones en un hotel importante. Allí sirvió las salas del propio Adolf Hitler. Por casualidad, él estaba presente cuando Hitler estaba regañando furiosamente un oficial y juró que podía entrenar a sí mismo Johann, un simple botones, para ser un mejor nacional-socialista. Mirando de cerca a él y sintiendo su naturaleza interior oscuro, Hitler decidió asumir el reto y reclutó Shmidt.
Insatisfecho con la instrucción de taladro estándar a sus subordinados utilizan para entrenar Shmidt, Hitler se hizo cargo personalmente. Al finalizar, Hitler dio Shmidt un uniforme único, con una máscara de calavera roja grotesco, y él emergió como el Cráneo Rojo. Su función era la encarnación de la intimidación nazi, mientras que Hitler podía seguir siendo el líder de los populares de Alemania. El Cráneo Rojo fue nombrado jefe de las actividades terroristas nazis con un papel adicional importante en el espionaje y sabotaje externo. Fue un éxito espectacular, causando estragos en toda Europa en las primeras etapas de la Segunda Guerra Mundial. El efecto de propaganda fue tan grande que el gobierno de Estados Unidos decidió contrarrestarlo mediante la creación de su propio equivalente utilizando el destinatario de la operación perdido Rebirth, Steve Rogers, el Capitán América.
Los dos contrapartes pronto se enfrentaron en lo que sería una serie de compromisos en toda la guerra, que termina con una batalla final que dejó el cráneo enterrado bajo los escombros de un edificio bombardeado. Porque él fue inmediatamente expuesto a un gas experimental allí, él se quedó en animación suspendida durante décadas.
Johann fue finalmente rescatada en los tiempos modernos por la organización terrorista, HYDRA. El cráneo subvertido rápidamente una célula HYDRA a sus propias ambiciones de conquista del mundo y de la muerte del Capitán América.
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